Un tipo tranquilo

Soy un tipo tranquilo, no me considero “interesante” ni complejo, soy un hombre que trabaja, paga sus impuestos y la mensualidad de la casa que tanto esfuerzo me ha costado tener, junto con los servicios como agua, luz, gas, etc. que conlleva el mantener funcional el pedazo de tierra que me he ganado en esta tierra. No me meto con nadie, de hecho, ni siquiera saludo a los vecinos, trato de tener lo necesario para no verme nunca en la incómoda necesidad de pedirles algún favor, no me interesa tener contacto con ellos, ni ser su amigo, ni reunirme con ellos en las juntas vecinales, ni llevarles un pay de manzana, ignoro sus nombres o en qué trabajan, si son casados o viven en unión libres, qué preferencias sexuales tienen o qué religión profesan. Pienso que yo tampoco tendría porqué interesarles a ellos, esa confortable indiferencia es, a mi modo de ver, la base del respeto en los límites implícitos entre las personas que comparten un área. Pero al parecer ellos no están conformes con vivir en su espacio y respetar el mío. Recuerdo una noche en que, cuando teníamos poco de habernos mudado a esta casa, tocaron a la puerta, se nos hizo raro porque, como mencioné antes, no tenemos relación con nadie y en ese entonces, ninguno de nuestros conocidos sabía la nueva ubicación, mi esposa abrió la puerta y se encontró con una pequeña cofradía de señoras, vecinas de la cuadra, que venían a formular una peculiar petición que hasta la fecha no acabo de entender muy bien, se trataba, a como lo mas o menos entiendo, de una costumbre católica que se celebra en épocas navideñas y consiste en demandar “posada” en los hogares para (esto va a sonar ridículo, pero qué cosa de los católicos no lo es?) depositar dentro de la casa (mi casa) una estatua de la virgen… ?¿?, van casa por casa dejando la estatua, no se por cuánto tiempo en cada una, y, no se qué tienes que hacer con ella o qué premio te dan al final, el caso es que esa mamada se llama “Novenario”, supongo que, por el nombre, se trata de nueve hogares, realmente no lo se, pero las señoras que estaban en la puerta nos invitaron a formar parte de su bizarro ritual a lo que, obviamente nos negamos. De una manera por demás educada y mostrando civilidad y respeto, Edna les explicó con la mayor de las delicadezas que nosotros no compartíamos esas creencias pero que el ofrecimiento era halagador y que se agradece el hecho de que nos tomaran en cuenta. Qué chingados iba a hacer yo con una puta estatua de barro (o lo que sea) de la pinche virgen esa? No brinda ningún beneficio a mi o a mi hogar! Acaso la estatua también es lámpara, o sirve para colgar ahí las toallas?, realmente no veo en qué me pueda a mi servir el tener esa mierda en mi sala, además, para empezar, esa chingadera me da miedo, si te le quedas mucho rato viendo, te empiezas a sentir nervioso y te malvibras, su pinche cara sin expresión me incomoda, imagínate que dejen su sombría estatua ahí, es de noche, yo estoy profundamente dormido y de pronto me dan ganas de ir al refrigerador por un vaso con leche, me dirijo a la cocina, ando modorro, veo una misteriosa sombra que antes no estaba ahí, prendo la luz y AAAHHHRRRGGG!!! Una pinche mona sin expresión en la sala!!! Qué putas madres hace ahí esa cosa del infierno? Si es que no me da un ataque, la segunda opción sería darle un puñetazo a la cosa extraña, sin embargo, y en medio de mi modorrés, termino con la mano fracturada por haberle propinado el golpe y ahí estaría yo, tirado del dolor en medio de mi sala, con un vaso roto que antes tenía leche, una mano fracturada y la estatua de una mona que da miedo contemplándome. Qué necesidad? Y eso sin mencionar la controversia personal que implicaría el dejar que esa cosa se albergara en mi casa, ya que soy ORGULLOSAMENTE ATEO y el tener una virgen de adorno de mesa como que estaría fuera de contexto (además los adornos religiosos en las casas se ven de super pobre), y aún, si tuviese yo la necesidad de creer en alguna religión, jamás, ni remotamente, pertenecería a una iglesia que promueve la pedofilia, siempre he dicho que la religión oficial de los pedófilos es la católica. Las señoras, al escuchar la negativa de promover su locura, se regresaron “muy dignas” al lugar de donde vinieron. No pasó mucho tiempo cuando días posteriores comencé a tener esa incómoda sensación de cuando te están observando con indignación y un poco de desprecio por la espalda, acompañado del “washa washa” que susurran cuando después de estacionarte en tu área, te bajas del carro y estás sacando las llaves para abrir la puerta de tu hogar, sabes que te están viendo, sabes que están hablando de ti, pero te limitas a, relativamente rápido, dar vuelta a la llave, abrir sin mostrar prisa la puerta e introducirte en la seguridad de tus habitaciones, aunque aún en esa seguridad, lo sabes, voy a tener pedos con estas viejas. Y sus “declaraciones de guerra” no se hicieron esperar, aunque sutiles y carentes de ilegalidad, no dejan, hasta la fecha, de ser muy, muuuy molestas, y mas porque tu sabes que no puedes defenderte, no puedes salir y gritarles que se pongan a hacer algo con sus inútiles y grises vidas, que como son “amas de casa” y no trabajan, el único universo que conocen y conocerán es la cuadra, la tienda de la esquina, los niños, comentar el clima, los precios de la leche, tomate o sopas, lo aventurado y extremo de probar una nueva marca de suavizante para ropa, comentar sobre las noticias superfluas del canal local, el último capítulo de la novela de TV Azteca, la hora en que yo llego los fines de semana en la madrugada, los amigos “raros” que vienen a visitarme y la música satánica que emana de mi casa como un fuego contaminante que se esparce hacia las ventanas de sus hogares salido del averno mas oscuro, y hasta el gato negro que se asoma a veces por mi ventana y los paganos y sangrientos ritos malignos que, de seguro, se practican en esta casa, porque, ya ves que no quisieron tener en su sala a la virgencita… han de ser gente mala. No, no puedes salir y gritarles eso porque son señoras, señoras amas de casa que no hacen mal a nadie, van a la iglesia y los fines de semana, en vez de irse a tomar un trago u organizar una peda en sus hogares con sus amistades, optan por reunirse en la cochera de la casa de alguna de ellas y, sentadas en mecedoras, ver pasar la vida que poco a poco se les escapa y de paso, hablar pestes de “esa casa”, la casa de los “raros” que no quieren a la virgen, es decir, ellas son gente buena, así que si me atrevo a reclamar cada vez que sus insufribles, maricones con short, chiflados y violados hijos le pegan contundentemente a mi camioneta a propósito con su balón mientras juegan futbol, para que suene la alarma del vehículo, mi perro se ponga nervioso y ladre y yo tenga el ruido producido justo afuera de la puerta de mi casa e interrumpa cualquier cosa que estaba pensando o programa que estaba viendo, la respuesta a mi reclamo sería obvia, ellas asustadas, hablándoles a sus hijos para que corran a refugiarse de mi “escandaloso y agresivo” comportamiento en sus brazos de madre protectora, al mismo tiempo que argumentarían casi sollozando “Qué le pasa? Son niños! Solamente están jugando! Fue un accidente, por el amor de dios!!!” Y no me sorprendería que algún niño “pequeño” fingiera casi llorar e hiciera expresión de “mami, por favor, fue un accidente, protégeme de ese hombre malo y gordo en boxer, no me vaya a arrojar esa Red Bull que tiene en la mano, no lo vuelvo a hacer, mami…” Mientras las demás señoras hacen “washa washa” y me miran con asombro, impotencia y coraje, diciendo en voz baja “Se aprovecha porque somos mujeres y niños, ojala estuviera mi marido para poner a esta bestia en su lugar”. Y quizá tengan razón si en realidad fuera un accidente, pero NO LO ES, lo he comprobado asomándome a mi ventana cuando la alarma de la troka suena y veo como las mamás de los LITERALMENTE pequeños hijos de puta, celebran con risas la valiente hazaña realizada con el balón, y no sólo una, sino 2, 3, 4 y hasta 8 veces seguidas le han pegado a mi vehículo, entre golpe y golpe he observado como el niño hace una señal a una de las mamás y ésta le responde con otra, el pendejito le vuelve a pegar a la camioneta, la alarma suena sin cesar, el perro ladra y mi coraje se incrementa, eso, ESO NO ES un accidente. Una mamá normal y con sentido común, diría a su hijo que tuviera cuidado con el balón después de la primera vez que accidentalmente le pegó al carro del vecino y, si el evento se vuelve a suscitar, quitarle la pelota y recordarle que ya se le había advertido, pero no en mi caso, no en donde vivo. En donde vivo, las señoras buenas le dicen a sus hijos que golpeen el carro del vecino malo, raro y satánico que no quiere a la virgen, que se opone a seguir las sagradas tradiciones vecinales católicas que dan equilibrio, estabilidad y razón a sus desempleadas vidas. Es completamente justificable que los niños se diviertan un poco molestando al hombre malo, total, no es nada ilegal y además se lo merece, o no? Y porqué conformarse con hacer sonar la alarma? Molestemos también a su perro, aventándoles piedras a través de la reja, gritándole, gruñéndole, poniéndolo nervioso y haciendo que se vuelva loco, total, está encerrado con candado y no va a salir a atacar a nadie y, si lo hace, no sabe el vecino malvado el problemón en el que se metería con la demanda que le voy a meter, por dejar salir a su malévolo cervero de Satán, de hecho, hasta sería conveniente, un incidente como ese genera mucho dinero para la víctima y de paso nos desharíamos de ese maldito perro negro que nunca me ha gustado.

Y qué puede hacer un tipo normal? Salgo, como lo he hecho, les digo educadamente que por favor tengan cuidado con el balón, pero en lugar de que me den alguna explicación o disculpa, los huercos se van corriendo despavoridos a la primer palabra, por lo que me dirijo a las mamás presentes, sin embargo pareciera que no escuchan, porque al verme, no me responden, no me dicen nada, me ven pero se quedan sin decir sílaba alguna, como la estatua de su nefasta virgen que rechacé en aquel momento. Cierro la puerta, pasan 5 o 6 minutos y la alarma de la troka suena de nuevo al compás de las risas de los niños. Encontrándome en un perpetuo círculo de impotencia donde al parecer, la premisa es que, entre mas veces el hombre malo salga y les llame la atención, ustedes, niños… angelitos, mas insistirán en golpear su camioneta y, en cuanto se sientan ligeramente amenazados, huyan lo mas lejos de su alcance, lo único que me queda es cargar mi rifle de postas y esperar pacientemente a que el próximo balonazo gopee la troka, y eso no demora mucho, la alarma suena, el perro ladra, salgo rápidamente y , luego de varias advertencias inútiles anteriores que se han ido acumulando tarde tras tarde, apunto el rifle a las piernas desnudas del niño que tengo mas cerca, menos de medio metro, cae al suelo gritando con agudo dolor, su short está lleno de tierra al igual que su playera de la selección mexicana y su pierna tiene una marca circular, el balón sigue rodando, la alarma sonando y el perro ladrando, pero ahora el perro está afuera, lo he sacado y también quiere su vendeta, se le lanza al segundo niño y lo tira pegándose éste en la cabeza, Whisky, mi perro, está sobre él gruñéndole mientras el huerco llora desesperadamente, hasta que súbitamente se escucha un grito ahogado, Whisky ha liberado la tensión acumulada por horas y horas de estrés a causa de los molestos niños que le aventaban piedras y le gritaban a través de la reja todos los días, dando una certera mordida en el brazo al indefenso infante que ha tirado. Las madres inmediatamente se paran de sus mecedoras, como si tuviesen un resorte en el culo que automáticamente se acciona cuando uno de sus hijos ha sufrido daño “Loco!!! Qué hace?” Pregunta haciendo aspavientos una de ellas y se acerca al niño que fue herido por la posta de mi rifle “Les dije que tuvieran cuidado con su balón, les dije…” Argumenté yo como respuesta, mientras que me acerco a la madre hincada ante su engendro y la pateo en las costillas quitándola de ahí, tomo de los cabellos al hijo magullado, debido a su pequeña estatura, no se me dificulta levantarlo y le estrello la cabeza contra la puerta de mi camioneta “Querías que sonara la alarma? Pues hazla sonar!!!”Luego de dos cabezazos contra el vehículo, otra de las madres me trata de sujetar gritándome improperios, mismos que hago callar con un culatazo del rifle en su estómago, se queda sin aire y cae también al asfalto. Entre “Háblale a la policía” y “Cabrón abusivo”, acompañados de lloriqueos e insultos, llamo a Whisky para meterlo de nuevo a la casa, no hace caso, está teniendo su catarsis con el pequeño brazo del bastardo, le hablo mas fuerte y al final, obedece y regresa a mi lado, ambos, satisfechos, nos introducimos a nuestra fortaleza, a nuestro castillo, a nuestro hogar, y cerramos el portón, aún se logran escuchar a las madres gritando, llorando y maldiciendo. NO MAS! No mas me sentiré como un negro entrando en una cantina country llena de “cuellos rojos” confederados, no mas me sentiré extranjero en mi propia calle, donde tengo mi derecho a vivir en el pedazo de tierra que me toca, pues me ha costado. Y ahí, dentro de mi casa, me asomo por la ventana para ver a las madres junto a dos de sus hijos tirados en el suelo y ahí están, sentadas en sus mecedoras mientras los niños juegan con su odioso balón y, en efecto, pegándole nuevamente a la camioneta para que la alarma suene al mismo tiempo que ríen felices… y yo, con mi coraje, pues Whisky está ladrando impotente, sin que yo lo pueda sacar porque se comería vivo a alguno de esos huercos penetrados hijos de ramera y terminaría yo en la cárcel, con mi coraje porque no tengo ningún rifle de postas, ni siquiera se bien como son o usarlos, porque si hiciera lo que acabo de describir el que saldría perdiendo todo al final sería yo, pues sería el que atacó a unos niños indefensos cuando todo lo que hacían era tranquilamente jugar con la pelota, porque ya ni siquiera tengo edad para eso… porque mañana iré de nuevo a trabajar, seguiré pagando impuestos y la mensualidad de la casa y seguiré sintiéndome un extraño en mi propia colonia, porque no soy mas que un tipo tranquilo y normal que no tiene nada de interesante ni complejo.

STAY HUNGRY !

8 comentarios:

  1. El Holandes Smith24 jul 2010, 23:20:00

    uffff
    la verdad que se lo que se siento con esos vecinos hijos de puta y la mama de protectora ay fue un accidente mi hijo es un santo hahah
    no manches la verdad pues que impotencia
    no deberias de dejar la trocka en la calle la deberias de poner adentro de tu patio o algo asi
    y a tu perro atras o algo
    y pues no mames con lo de tu carro
    te imaginas si te rompen un vidrio no mames!
    pinches chamacos
    hah
    saludos!

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  2. Verga no mames wey me pasa lo mismo con unos morros que no mames!!! Son unos pinche caga palos... lo bueno es que a veces su balones caen de mi parte y ni madres se los regreso jojo.

    Y lo ñores son más ojetes que nada e hipócrtas que es lo que me cagan. "Si te van a joder pues que te jodan o no?", ah no los weyes te saludan con una cara soriente y pues yo nee que verga les voy a hablar paso de largo.

    Quiero un AK-47!!

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  3. Oye wey venia a advertirte de algo... no sé porque pero de pronto recorde algo, creo que era un trauma de mi infancia y por eso quedo quedo ahí, suprimido en mi mente. Pero buen al fin recorde que 3 gatos y un perro que teniamos fueron envenenados. Mi familia nuca supo quienes fueron los responsables de esa mamada, pero obviamente fueron los vecinos quien más!!

    Quién más sabía que teniamos mascotas? y pues todos los vecinos nos traían de encargo, esos weyes era bien pinches mamones pobretones y nos tenian envidia.

    Bueno te digo esto para que cuides a tu perro... no me sorpredería que esa gente que tienes como vecinos tarden en tomar una acción similar. Que no te pase lo mismo que a mí.

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  4. malditos bastardillos... necesitas contratarte un vago de su edad que les haga calzon chino y les diga que su papá es homosexual para que no se vuelvan a parar ahi.
    Tengo vecinos similares... el pedo es que mi jefa aunque no sabe rezar, si aceptó al ídolo de barro (por cierto se queda solo por 1 día en tu casa), pero lo peor de tener esa figurilla es que debes alimentar a la bola de devotos que solo van a ver como es tu casa por dentro y robarse ya de paso algo.

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  5. Es el cuento de nunca acabar, no importa lo bueno o "normal" que se pretenda ser, jamas le daras gusto a la gente metiche que no tiene vida propia, solo por que no quieres pertenecer a su grupo de viejas sin quehacer o tipos sin oficio, eres el malo de la cuadra y como en tu caso si no entras dentro de su "normalidad" hacen lo imposible por molestarte para que decidas irte de su colonia...

    Gente estupida.....pero bueno :)

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  6. POR Q NO LES QUITAS EL BALON? se q las madres iran a pedirtelo indignadas ya decirte un monton de majaderias pero diles q si no dejan de joder las vas a demandar inventales un choro legan q al fin y al cabo ni han de saber de leyes...a lo q me refiero es q esa gente se asusta siempre q escuchan la palabra "demanda"

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  7. Jajajaja como quiera me gusta ser "gente rara"

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  8. que suerte que en la calle donde vivo solo hay adultos mayores y el unico niño que hay en mi casa es mi hermano de 12 años asi no tenog que andar sufriendo, ademas de que nunca estoy en casa y nadie me visita y como segun yo soy cristina pues no me invitan a posadas, novenarios y cosas asi jaja..
    a y pues mi carro no tiene alarma muy apenas funciona jaja, no tengo perro solo un cuyo y generalmente cuando llego a estar en casa estoy domida asi que ni cuenta me doy de nada jaja..

    saludos y pues lo unico que te recomiendo paciencia mucha paciencia eso es cuento de nunca acabar, en todas partes hay raro o molesto quiza en mi calle sea yo la mas rara, escandalosa y "#%#$%/ jaja..

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